jueves, 27 de noviembre de 2008

DULCE AGONIA


El thriller español tiene ahora un nombre, Agustín Díaz Yanes y es que su último film “Solo quiero caminar”(secuela de “Nadie se acordará de nosotras cuando hayamos muerto”) se puede convertir en una meca para el cine de intriga y acción en España. Esta película en la cual cuatro mujeres que viven al margen de la ley, unas vidas desdichadas, se cruzaran con la mafia mexicana y con un asesino de esta, a partir de aquí se verán metidas en algo que nunca desearon.
Díaz Yanes nos presenta una trama un tanto compleja, a veces demasiado, concentrándose a veces en secuencias que no terminan de encajar, y que tal vez se realizan para exaltar del dramatismo, evitando en parte que se consiga seguir la idea argumental. Como ya se ha comentado, la historia es terriblemente dramática, con un guión que aunque a veces se entretiene en lo que no debe, tiene unos diálogos muy bien trabajados, complejos y llenos de interpretación, algo que suele ser seña de este director.
Los personajes son, una vez más como sello personal del director, los antihéroes por definición, prostitutas, atracadoras, asesinos que se nos presentan como personas capaces de amar y odiar, y no como morralla social. Dentro de la interpretación debemos encabezar dentro del reparto a Diego Luna, que aunque el papel no le venga bien por su aspecto físico, puesto que nadie se imagina a un asesino de la mafia como un enclenque, demuestra sus grandes dotes de actor y lo clava en el papel. Por la parte de las mujeres Victoria Abril es el centro neurálgico de este grupo femenino y lo hace genial en todos los aspectos. La única que está aprobada por lo justo es Ariadna Gil que no termina de convencer en su papel de mujer vengativa.
Es un film con un ritmo bueno y una historia muy interesante, la interpretación esta a la altura y a los amantes del thriller les gustará, es una apuesta segura en casi todos los sentidos.

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